Per la població de Palestina i Israel

 


    L’escriptor David Grossman encapçala una llista de més de seixanta personalitats, acadèmics, líders del pensament i activistes progressistes assentats a Israel i compromesos amb la pau, la igualtat, la justícia i els drets humans. Tots ells han signat un manifest (“La insensibilitat moral de l’esquerra”) en el que expressen la seva profunda preocupació per la que qualifiquen d’insensibilitat moral de l’esquerra envers els atacs contra civils israelians per part de Hamàs, una tendència preocupant, diuen, en la cultura política de l’esquerra mundial.  El dia 7 d’octubre és un dia obscur en la història d’Israel-Palestina. No s’estan pas de denunciar la reacció desproporcionada d’Israel en el context del cicle d’agressions però demanen el recolzament i la solidaritat de l’esquerra mundial precisament perquè aquest cicle d’agressions soscava greument la seva llarga lluita contra l’opressió i la violència i la recerca de plens drets i igualtat per a tots els residents d’Israel-Palestina.

  Val la pena recordar les fites recents en la trajectòria de David Grossman, que és una mica l’alter ego d’Amos Oz, també escriptor, periodista, pacifista i professor universitari israelià, que va morir el 28 de desembre de 2018 i a qui va dedicar una sentida expressió de comiat (“En memòria d’Amos Oz”). Aquesta trajectòria es reflecteix en una sèrie d’articles que ha anat publicant al diari El País, concretant el seu posicionament coherent i concordant amb el pensament del grup  assentat a Israel d’intel.lectuals i activistes en pro de la pau i la igualtat de drets per a la població d’Israel i Palestina.

   D’alguns d’aquests articles, que mereixen tots ells una lectura completa i assossegada, n’extrec uns breus fragments que expliciten prou bé el seu pensament sobre els temes que ara més ens preocupen. Ho faig seguint la traducció literal al castellà amb què van ser publicats.

   “In memoriam Simón Peres” (30 de setembre de 2016), situant-lo en el context dels acords d’Oslo (1993) que Simón Peres va contribuir a negociar i que van acabar fracassant: “Posiblemente, en aquellos años, el odio por Peres nació del hecho de que, con su elocuencia, con su talento poco común para infundir esperanza, para abrir una ventana al futuro, lograse transmitir a los israelíes desconfiados y marcados por la guerra, aunque solo fuese de forma pasajera y en contra de su instinto, fe en que también para ellos había la variante existencial de otra vida en paz. Mientras nos dejábamos arrastrar por el visionario Simón Peres hacia la idea de un “nuevo Oriente Próximo” concebida por él mismo, los israelíes sentíamos que habíamos burlado nuestro destino marcado por la guerra y las catástrofes; un destino grabado a fuego a lo largo de nuestra trágica historia. Y cuando los Acuerdos de Oslo fracasaron y se frustró la esperanza que, aunque fuese por un instante, nos habíamos permitido, no se pudo perdonar a Peres”.

   “Quiero un hogar donde vivir en paz” (19 d’abril e 2018), a rel de la commemoració dels 70 anys de l’existència de l’Estat d’Israel: “Quiero un Estado que no actúe a base de impulsos, trampas, guiños ni manipulaciones. Quiero un Gobierno menos tramposo y más prudente. Podemos soñar, y hay mucho que admirar. Merece la pena luchar por Israel. Para nuestros amigos palestinos quiero una vida independiente, libre y pacífica, en una nación nueva y reformada.Y quiero que, dentro de 70 años, nuestros nietos y bisnietos, palestinos e israelíes, estén aquí y canten sus respectivos himnos nacionales”.

   “La igualdad no es una recompensa” (7 d’agost de 2018), sobre la Llei jueva de l’Estat-nació : “Esta ley, además, expresa de forma inequívoca otra cosa: que el primer ministro de Israel está empeñado no solo en no poner fin a la ocupación y la situación de apartheid en los territorios ocupados sino en todo lo contrario, en intensificarlas y extenderlas desde esos territorios al corazón del Estado de Israel. En otras palabras, esta ley representa, en la práctica, el abandono de cualquier posibilidad de que un día llegue a su fin el conflicto con los palestinos”.

   “Mil espejos que reflejan una imagen” (19 de setembre de 2020), recolzant les manifestacions contra Netanyahu: “Necesitamos desesperadamente recuperarnos del largo periodo en el que hemos perdido la cordura como sociedad. Tenemos que volver a aprender algunas cosas fundamentales a la hora de relacionarnos, tenemos que volver a saber discrepar sin odio, disentir sin malevolencia. Debemos extinguir la hostilidad y la desconfianza que arden en nuestros ojos cuando miramos a hermanos nuestros, carne de nuestra carne, con opiniones distintas de las nuestras. Será un proceso largo y difícil, porque la podredumbre ha penetrado en las estructuras más recónditas de Israel. Pero hay algo indudable: no podemos empezar a curarnos mientras Netanyahu continúe en el poder. Su permanencia en el cargo lo hace imposible y condena a Israel a seguir cometiendo cada vez más infamias”.

   “Y a pesar de todo...” (25 de maig de 2021), després del final d’un dels enfrontaments cíclics entre Hamàs i Israel:Ojalá consigamos restablecer y reforzar a las fuerzas más sanas de las sociedades, a quienes nos negamos a ser cómplices de la desesperación. Para que, si vuelve a estallar una ola asesina como esta —y me temo que volverá a ocurrir de aquí a unos años—, podamos hacerle frente con una resistencia meditada y madura, como está ocurriendo ya en estos días, en innumerables reuniones, discusiones e iniciativas magníficas. En mi opinión, tal como estamos demostrando al congregarnos aquí hoy con nuestra determinación, nuestro compromiso (sumud) con la idea de la paz y la igualdad y la cooperación digna entre los dos pueblos y con nuestro “a pesar de todo” —que es una fuente de gran esperanza en estos días oscuros—, se deja entrever la posibilidad de que encontremos el camino que casi hemos perdido, la complicada y exigente vía de vivir aquí juntos, en plena equidad y en paz, todos nosotros, árabes, judíos, seres humanos”.

   “Israel aprende una tràgica lección” (2 d’abril de 2023), sobre la pretensió del govern de Netanyahu de crear un nou sistema legal que significaria la supressió del poder judicial en mans de l’executiu: “A la hora de la verdad, si los promotores de esta supuesta reforma judicial consiguen completar su proceso legislativo, revocarían el Estado de derecho en Israel. El poder judicial estaría subordinado a la Knesset y al gobierno y serían los políticos quienes nombrasen a los nuevos jueces. Es decir, los ciudadanos de Israel dejarían de tener garantizada la protección legal frente a las arbitrariedades del régimen. Si se culmina el proceso, Israel dejará de ser una democracia y quedará sometido a un régimen que, en determinadas circunstancias, podria degenerar hasta convertirse en una dictadura”.

   “¿Qué es un Estado judío? Israel y su negación de la realidad” (4 de juny de 2023), sobre la indiferència de la majoria d’israelians davant l’ocupació del poble palestí i de les seves terres:  “Hay un elemento que forma parte sustancial de la formación de la identidad de Israel: la indiferencia casi total de la mayoría de los israelíes ante la ocupación del pueblo palestino y sus tierras desde hace más de 55 años...Los años de ocupació y humillación pueden crear el espejismo de que el valor humano está sujeto a una jerarquía. A la nación ocupada se la acaba considerando inferior, con una inferioridad innata y existencial. El ocupante piensa que sus miserias y su infortunio constituyen un destino teóricamente derivado de su propia esencia (el mismo trato, como sabemos, que han dado siempre los antisemitas a los judíos). Sus miembros son personas cuyos derechos humanos se pueden negar y cuyos valores y deseos se pueden denigrar. Por supuesto, la nación ocupante se considera superior y, por tanto, con un derecho innato a controlar. En esta realidad, a medida que la religión tiene más peso, arraiga la idea de que esa es la voluntad de Dios. Y es fácil entender que, en este clima, la concepción democrática del mundo vaya desvaneciéndos”.

   “Sabbat negro” (13 d’octubre de 2023), és impossible posar remei a la tragèdia de l’Orient Pròxim sense una solució que alleugi la càrrega de l’ocupació : “Desde luego, la ocupación constituye un crimen, pero maniatar a centenares de civiles, niños y padres, ancianos y enfermos, y pasar de uno a otro para dispararles a sangre fría es un crimen más atroz. Incluso en la jerarquía del mal hay una especie de “escala”. Hay grados de severidad del mal que el sentido común y el sentimiento natural saben distinguir. Y cuando observamos la masacre de la rave Tribe of Nova, cuando vemos a los terroristas de Hamás salir a toda velocidad en sus motocicletas persiguiendo a jóvenes, algunos de los cuales siguen bailando sin darse cuenta de lo que sucede, cuando vemos cómo los abaten, los persiguen como a animales salvajes y los ejecutan con aullidos de alegría…

   Hace dos semanas, el presidente de Estados Unidos, el primer ministro de Israel y el príncipe heredero de Arabia Saudí evocaban con entusiasmo un acuerdo de paz entre Israel y Arabia Saudí . Se suponía que un acuerdo de este tipo reforzaría los pactos de normalización entre Israel, Marruecos y Emiratos. Los palestinos cuentan muy poco en estos acuerdos. Netanyahu, arrogante y rebosante de confianza en sí mismo, logró —según sus propias palabras— separar el problema palestino de las relaciones de Israel con los países árabes. Este acuerdo también está ligado a lo que ocurrió durante el sabbat negro entre Gaza e Israel. La paz que él quería crear es una paz para ricos. Un intento de obviar el foco del conflicto . Los últimos días son la prueba de que es imposible empezar a remediar la tragedia de Oriente Próximo sin proponer una solución que alivie la carga de los palestinos”.

  El 12 d’agost de 2006 David Grossman va perdre un fill de 20 anys, Uri, cap de carros de combat, en ser encertat el carro en què aquest es desplaçava per un míssil. En l’escrit de comiat que Grossman dedicà al seu fill ("La nostra família ha perdut la guerra") deia, entre moltes altres coses: “M’agradaria que poguéssim mostrar-nos més sensibles els uns amb els altres, alliberar-nos de la violència i l’enemistat que s’han infiltrat tan profundament en tots els aspectes de la nostra vida. Que sabéssim canviar d’opinió i salvar-nos ara, just al darrer moment, perquè ens esperen temps molt durs... Uri era un noi que tenia uns valors, aquest terme tan vilipendiat i ridiculitzat els últims anys. Perquè en el nostre món boig, cruel i cínic, no és cool tenir valors. O ser humanista. O ser sensible al malestar dels altres, encara que aquests altres siguin l’enemic al camp de batalla... Hem de defensar-nos, sens dubte, però en els dos sentits: defensar les nostres vides, i també obligar-nos a protegir la nostra ànima, a protegir-la de la temptació de la força i de les idees simplistes, de la distorsió del cinisme, de la contaminació del cor i del menyspreu de l’individu que constitueixen l’autèntica i gran maledicció dels qui vivim en una zona de tragèdia com la nostra”.

 

  

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