Manifest: "¿Gigantes o molinos?"
Alguns intel-lectuals han signat un Manifest denunciant l’homogeneïtat nacionalista de Catalunya, en la que inclouen el PP, i proposen que un nou partit polític s’enfronti a aquesta ficció catalana. Els ha passat alguna cosa de semblant al que li va passar a Alonso Quijano, que de tant llegir llibres de cavalleries va perdre el senderi. Ja que segons ells Catalunya és víctima d’un encanteri, anem al Quixot per desentranyar les profunditats del Manifest.
"Hechas, pues, estas prevenciones, no quiso aguardar más tiempo a poner en efeto su pensamiento, apretándole a ello la falta que él pensaba que hacía en el mundo su tardanza, según eran los agravios que pensaba deshacer, tuertos que enderezar, sinrazones que emendar, abusos que mejorar, y deudas que satisfacer".
"- ¿ Qué gigantes ?-dijo Sancho Panza.
- Aquellos que allí ves-respondió su amo-de los brazos largos, que los suelen tener agunos de casi dos leguas.
- Mire vuestra merced-respondio Sancho-que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
- Bien parece-respondió don Quijote-que no estás cursado en esto de las aventuras:ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio en que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla".
"-¿Leoncitos a mí? ¿A mí leoncitos, y a tales horas? Pues ¡por Dios que han de ver esos señores que acá los envían si soy yo hombre que se espanta de leones! Apeaos, buen hombre, y pues sois el leonero, abrid esas jaulas y echadme esas bestias fuera; que en mitad desta campaña les daré a conocer quién es don Quijote de la Mancha, a despecho y a pesar de los encantadores que a mí los envían".
"Manifestem la necessitat d’un nou partit polític, identificat amb la tradició il-lustrada, la llibertat dels ciutadans, els valors laics i els drets socials, que hauria de tenir com a propòsit immediat la denúncia de la ficció política instal-lada a Catalunya".
"Hasta aquí llegó el estremo de su jamás vista locura.Pero el generoso león, más comedido que arrogante, no haciendo caso de niñerías ni de bravatas, después de haber mirado a una y otra parte, como se ha dicho, volvió las espaldas y enseñó sus traseras partes a don Quijote, y con gran flema y remanso se volvió a echar en la jaula. Viendo lo cual don Qijote, mandó al leonero que le diese de palos y le irritase para echarlo fuera".
"Cridem, doncs, els ciutadans de Catalunya identificats amb aquests plantejaments a reclamar l’existència d’un partit polític que contribueixi al restabliment de la realitat"
"Así es verdad-respondió don Quijote-:cierra, amigo, la jaula y dame por testimonio en la mejor forma que pudieres lo que aquí me has visto hacer; conviene a saber: como tú abriste al león, yo le esperé, él no salió, volvíle a esperar, volvió a no salir y volvióse acostar. No debo más, y encantos afuera, y Dios ayude a la razón y a la verdad, y la verdadera caballería, y cierra, como he dicho, en tanto que hago señas a los huídos y ausentes, para que sepan de tu boca esta hazaña".
Gran valentia, doncs, la que demostren els signants d’aquest Manifest. Com Sancho Panza, nosaltres, humils servidors i amb poques llums, no podem sinó rendir-nos a l’evidència de l’esforç per substituir la realitat per la ficció ( perdó, volia dir la ficció per la realitat) :"¿Qué te parece desto, Sancho? ¿Hay encantos que valgan contra la verdadera valentía? Bien podrán los encantadores quitarme la ventura; pero el esfuerzo y el ánimo, será imposible".
Desencantats del Manifest, la història continua amb "Miravet II". I com Sancho, sempre fora de la realitat, preguntem:" ¿ Por qué le llaman Miravet al Parlament si no tiene río ni castillo?". I una vegada més la saviesa de don Quijote ens ho aclareix: "Castillo es, y aun de los mejores de toda esta provincia; y gente tiene dentro que ha tenido cetro en la mano y corona en la cabeza". "Mejor fuera al revés-dijo el caminante-; el cetro en la cabeza y la corona en la mano".
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